No podemos negar el hecho de que la vida va cada vez más a prisa, que el mundo es cada vez más pequeño y que a veces resulta complicado seguirle el paso al tiempo.
La tecnología llegó a nosotros para hacer nuestras vidas más sencillas, y aun así, de sencillas no tienen mucho; de hecho cuando pensamos en el pasado, pensamos en tiempos mucho más simples que los que vivimos hoy en dia. En medio de tanta industrialización, tanta globalización, de tanta facilidad; nos hemos encontrado con que somos vasijas difíciles de llenar, con un apetito creciente. La facilidad de tener las cosas al alcance de un clic en nuestras pantallas nos motiva, consciente o inconscientemente a buscar tener más, generar más, ser más.
Y es que la evolución de la sociedad nos ha empujado a ello, las generaciones actuales aprenden a usar gadgets de manera fluída antes de aprender a hablar. Y nosotros, seguimos maravillandonos de la infinita capacidad del ser humano, y de cómo los avances tecnológicos nos permiten seguir expandiéndola. A mayor capacidad, mayor tecnología, y a mayor tecnología, mayor capacidad. Y dentro de esta era electrónica así pasamos nuestros días, conectados, conectados a la red, conectados a las redes sociales, conectados a nuestros dispositivos electrónicos. Al despertar, al subirse al auto, en las escuelas, en los trabajos, en los momentos de ocio; antes de dormir.
Pero la moneda tiene dos caras. Y tan innegable como son los beneficios del uso de la tecnología en el vivir diario, también lo es que viene con un costo. Y a muchos de nosotros seguramente nos ha tocado pagarlo.
Estamos tan acostumbrados a estar alertas, a estar conectados, que a veces nos resulta complicado apagarnos. Y los médicos lo hemos visto como un aumento en la prevalencia de los trastornos del sueño, principalmente en los casos de insomnio.
¿Cuántos de nosotros no nos llevamos a la habitación nuestras computadoras, nuestros televisores, nuestras tablets o nuestros celulares? ¿Y a cuántos de nosotros nos cuesta trabajo conciliar el sueño a pesar de el cansancio de nuestro cuerpo? Y sin embargo nos hemos acostumbrado tanto a este ritmo de vida que ya nos parece algo normal. Pero no lo es.
Problemas acelerados requieren medidas aceleradas. Así como estamos acostumbrados a obtener soluciones tan veloces como un click, podemos buscar también soluciones a nuestros problemas para dormir que sean rápidas y efectivas. Por que la verdad es que habrá ocasiones en las que las demandas de la sociedad en la que vivimos no siempre nos permitan disminuir nuestro ritmo de vida.
Melatonina Sublingual
Ya hemos hablado antes sobre las funciones de la melatonina, una hormona que se libera en la oscuridad y que se encarga de sincronizar las funciones de nuestro organismo, de nuestro reloj biológico. El cambio de la noche al día y viceversa incide en nuestro reloj biológico que, a su vez, envía una señal a la glándula pineal, situada en el cerebro, para que produzca melatonina cada 24 horas.
Siendo una hormona cuya liberación se ve inducida por la oscuridad, el ciclo de producción de melatonina se retrasa cuando hay contaminación lumínica. Y vaya que en nuestras vidas hay contaminación lumínica; en la calle, en casa, tener la televisión y los dispositivos electrónicos encendidos hasta tarde, todo eso bloquea la producción de melatonina.
Generar menos y más tarde de lo que debemos provoca que se desajuste nuestro reloj biológico y por tanto la sincronización en el funcionamiento de nuestro organismo.
Por fortuna es posible superar este desajuste de manera sencilla, consumiendo suplementos externos que contengan melatonina. La melatonina, según investigaciones realizadas, es una señal para inducir al sueño y su dosis externa, a diferencia de las pastillas para dormir que contienen benzodiazepinas, no afecta al sistema nervioso. La melatonina no se acumula, razón por la que no provoca adicción y no genera tolerancia (habituarse a la dosis hasta perder efecto).
¿Y porque sublingual?
Un fármaco o complemento nutricional por vía sublingual, tras disolverse en saliva, llega a la circulación sistémica a través de la extensa red de vasos venosos y linfáticos de la mucosa sublingual. Además de la comodidad, la velocidad de absorción y la disponibilidad de la melatonina en el cuerpo son superiores que si se consumiera por vía oral. De esta manera se puede obtener un efecto mucho más rápido, y es especialmente útil en situaciones de urgencia. Y vaya que quedarse dormido rápidamente puede ser considerado una urgencia. Además, con este método se evitan las posibles alteraciones o incluso inactivación de los principios activos por vía gastrointestinal o hepática.
Si estamos tan acostumbrados a vivir conectados, ¿por que no acostumbrarnos también a encontrar un botón que nos permita apagarnos con la misma velocidad con la que vivimos?
