Todos hemos vivido en carne propia los estragos que una noche de mal sueño pueden provocar. Puede ser que no conozcamos las bases fisiológicas detrás de ellos, pero podemos afirmar con certeza, que una buena calidad de sueño es esencial para un buen rendimiento en el día a día.
El insomnio (o la dificultad para conciliar el sueño o para mantenerlo a lo largo de la noche) es un problema que aqueja a una enorme parte de la población mundial. Y sus efectos negativos van más allá de su capacidad de minar nuestra energía y nuestro estado de ánimo, puede ser detonante de enfermedades orgánicas y sistémicas, afectar nuestro desempeño laboral y nuestra calidad de vida.
Cuántas horas de sueño son suficientes es algo que varía según la persona, pero la mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 8 horas por noche para mantener nuestras funciones corporales y mentales en un equilibrio (algo que en el mundo de la medicina se conoce como homeostasis).
¿Cómo sabe nuestro cuerpo cuánto y cuándo necesitamos dormir?
Nuestro cuerpo, en condiciones normales, posee todas las herramientas necesarias para mantenerse en equilibrio. Cuando hablamos del sueño, una de esas herramientas nace en una pequeña glándula, de tan solo 8 mm, localizada justo en medio de los dos hemisferios del cerebro; la glándula pineal. La glándula pineal produce melatonina, una hormona derivada de la serotonina que afecta a la modulación de los patrones del sueño, los ritmos circadianos y los estacionales. También se produce en la retina, la glándula harderiana, el hígado, el intestino, los riñones, las glándulas suprarrenales, el timo, la glándula tiroides, las células inmunes, el páncreas, los ovarios, el cuerpo carotídeo, la placenta y el endometrio. Al ser sintetizada a partir del aminoácido esencial triptófano, hay ciertos alimentos que pueden funcionar como precursores de su formación, tales como la avena, las cerezas, el maíz, el vino tinto, los tomates, las patatas, las nueces, las ciruelas y el arroz (alimentos ricos en este aminoácido).
La melatonina no es exclusiva a los seres humanos, también se encuentra en otros animales, en plantas, hongos y bacterias, así como en algunas algas; en concentraciones que varían de acuerdo con el ciclo diurno/nocturno. Tiene, entre otras funciones, regular el reloj biológico y disminuir la oxidación, participa en la maduración sexual, los ciclos reproductivos y como agente inmunoestimulante.
A pesar de todo el conocimiento que hemos adquirido acerca del sueño, las hormonas y las vías neurológicas que participan en él, queda mucho terreno por explorar. Todos los días se hacen nuevos descubrimientos y avances con la finalidad de entender mejor estos procesos naturales. Y con la finalidad de ofrecer más y mejores opciones de tratamiento a las personas que sufren de algún trastorno. Cierto es también, que la tendencia actual en los tratamientos médicos es regresar poco a poco a tratamientos cada vez más naturales, con los menores o con nulos efectos adversos. Es por ello que la melatonina resulta una opción tan atractiva al momento de atacar estos problemas.
Junto con la tendencia de volver a lo natural para atacar problemas médicos, resurge también la importancia de el tratamiento holístico. Se abre un mundo de posibilidades y de opciones de coadyuvantes en los tratamientos. Y dentro de el complejo universo del sueño, nace la comunidad del ASMR, fenómeno que un inicio era conocido únicamente de manera empírica por aquellos quienes lo habían experimentado de manera personal. Pero que al día de hoy, es reconocido y estudiado por la comunidad científica, y disfrutado por una gran parte de la población.
El ASMR se refiere a la Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma. Es un fenómeno sensorial perceptivo, similar a la meditación, que abarca una agradable y relajante sensación de hormigueo localizada en el cuero cabelludo y el cuello; dicha sensación se desencadena por estímulos auditivos y visuales específicos.
Para muchos de nosotros basta el experimentarlo todas las noches, para saber que el ASMR es una increíble herramienta para mejorar nuestro sueño, que además está siempre al alcance en nuestro entorno físico o en un dispositivo electrónico, es natural y es gratuito. Pero para aquellos que buscan evidencias científicas, un estudio realizado por el departamento de psicología de la Universidad de Sheffield en el Reino Unido concluyó que el ASMR es una experiencia confiable y con bases psicológicas que puede tener beneficios terapéuticos para la salud física y mental.
Vale la pena tomar ventaja de soluciones naturales como la melatonina o el ASMR para mejorar la calidad del sueño, no solo tenemos mucho por ganar, si no que no tenemos nada que perder.